MIERCOLES 23: ERFOUD-IFRANEDesayunamos temprano ya que teníamos un día apasionante por delante. 350 km nos separaban de nuestro destino: Las montañas de Ifrane, también conocida como la pequeña suiza marroquí por la abundancia de nieves durante casi todo el año.
Nos habían dicho que los días anteriores había nevado muchísimo y que es posible que no pudiéramos subir...Claro que quien lo dijo desconocía los huevos que tienen los CX...
¿que tal se portarían nuestros coches en la nieve? un reto más que superar....
Salimos del hotel rumbo a Erfoud para rescatar el Abderramán Murciano.
Los muchachotes mecánicos habían estado trabajando toda la noche en él...y allí se encontraba, flamante...dispuesto a presentar batalla a las adversidades que se le presentaran.
A estas alturas de la película podía deciros que, como marruecos es un país pobre, y apenas tienen medios, la avería la habían arreglado tapando el cárter mediante un engrudo compuesto de caca de camello, pis de mono y barba de berebere....
Pero la verdad es que no...La ñapa de tapar el agujero estaba bien hecha, y era efectiva porque no perdía ni gota de aceite, y la pinta que tenía es que le habían echado nural o algún otro producto de esos milagros de soldadura en frío.
Lo que más trabajo les dio fue limpiar la parte baja del motor de toda la arena, polvo y demás porquerías que le habían entrado en su travesía agonizante por el desierto...
El resultado fue más que aceptable: limpiar motor, fabricar el trozo de escape desintegrado, aceite nuevo, reparación del cárter...creo recordar que no llegó a 2000 Dirhams...(unos 180 euros) y los muchachotes estuvieron toda la noche con la ballenita...chapeau por ellos.
Ya con la expedición al completo nos ponemos en ruta.
Según vamos avanzando hacia la cordillera del atlas, la nieve va haciendo su presencia, cada vez más cerca...cada vez más intensa.
Muy poquito tráfico en esas cuestas empinadas con un asfalto en aceptable estado pero con carretera estrecha que te obligaba a tomar precauciones o incluso a hacer malabarismos a la hora de adelantar o de cruzarte con un coche de frente.
Ya ascendiendo el Atlas nos encontramos con una situación curiosa, y que a mí me dio bastante lástima. Según íbamos avanzando, sentados en la cuneta, estaban un montón de perros.
No estaban juntos, si no que cada 50 o 100 metros se encontraba uno... todos en la misma posición, sentaditos. Esperando a que quien pudiera pasar les diera algo de comer.
Nunca había vivido una situación semejante, ya que si se trata de perros salvajes, no se acercan tanto a las personas...
Parece que la razón está en que el perro, en marruecos no es un animal muy querido como mascota y por este motivo es muy raro verlos en los hogares...La verdad es que se te encogía el corazón viéndolos, a los pobres.
La nieve ya es bastante densa, pasando por la carretera por algunos neveros, aunque la carretera estaba limpia por un quitanieves que estaba circulando continuamente.
Entramos en el bosque de Cedros.
Si ya me impactó la entrada en el bosque en el primer Sans frontiéres, ahora, viéndolo todo nevado, la sensación fue aún más exagerada.
¡que pasote¡ parece que entrabas no en otro país, si no en otra dimensión. Un bosque pobladísimo de Cedros milenarios, a cual más espectacular sin nada más que ellos y la carretera que los atravesaba...formidable.
Estábamos llegando al final del bosque de cedros, y allí teníamos prevista nuestra comida.
Como en el anterior Sans Frontiéres habíamos comido todos los días a base de picnik, en esta edición quisimos un poco alternar el rústico bocata con un toque chic, y de esta manera habíamos encargado que en el mismísimo bosque de cedros nos montaran una Jaima donde degustaríamos los exquisitos manjares morunos...
El ultimo kilómetro de ascenso al sitio previsto para la comida tuvimos que hacerlo pisando casi nieve virgen con los coches, pero los Cx respondieron como lo que son,grandes automóviles, y todos coronaron con éxito el ascenso sobre nieve
Y allí, en medio del bosque, se erigía nuestra jaima.
Pasamos al interior. Decorada con tapices y alfombras, no le faltaba detalle. La atención fue fabulosa, y la comida riquísima.
La lástima fue que, en medio del bosque nevado, la temperatura era más bien baja, y no teníamos calefacción, por lo que, evidentemente pasamos más frío que los monos que poblaban aquel paradisíaco lugar.....
Y hablando de monos, aconteció ese día un suceso, que no por gracioso, pudo tener nefastas consecuencias por el riesgo al que mi humilde persona estuvo sometido y el cual paso a detallar a continuación:
Como hacía frío de cojones, en los postres me dice la chasca, que la pobriña estaba helada, que se iba al coche, a lo que apostillé que me esperara un segundo y que lo encendía para que tuviera calefacción.
De estas que según me voy acercando al abderramán observo con estupor que hay algo que antes no había:
Un mono enorrrrrrrrrrme, el puto padre de todos los monos de por allí se había subido al capot del coche y se encontraba allí como si fuera el salón de su casa
Mira el mono cabrón (pensé para mis adentros) como hace frío y los motores de los coches vienen calentitos pues el muy granuja está mejor que nosotros en la jaima....
Si hubiera sido un mono más peteño no me habría importado incluso dejarlo encima del capó del coche peremnemente...Si unos llevan una mujer alada en su capot, yo llevaría un mono sarnoso, más original no se puede ser....
Pero....es que el mono, había que verlo, el tamaño que tenía¡¡¡¡
ya está, iba pensando según me aproximaba a él....voy a ver si me hago colega suyo, y se lo meto en la ranchera de las ordas murcianas. Total, como son muchos ni se van a enterar
A una distancia prudencial de unos 5 metros, me paro, y con decisión me dirijo al mono....
-Eh, tú¡¡¡, monito....fuera de ahí, campeón, que tengo que arrancar el coche.....
El mono me mira, y con aire de suficiencia, pasa totalmente de mí....
-Mono, te lo estoy diciendo por las buenas....quítate de mi coche. No me hagas enfadar, que al final la tenemos.....
El mono vuelve a mirarme, y con cara de sobrao empieza a despiojarse y tirarme los parásitos encima del capot....
-Mono, me vi a cagar en toda tu nación eh???...y avanzo un paso más.
En el momento que avanzo el mono me enseña los dientes y dice algo parecido a esto:
-ÑÑÑÑÑÑIIIIIII...IH,IHIH,IH..GGGGGGGÑÑIIIIII... que si supiera el idioma de los monos seguramente me habría dicho que me fuera a tomar por saco de allí o que me calzaba un tortazo....
-MONO, CABRÓN, YA ME ESTÁS CALENTANDO¡¡¡ le grité furibundo
Ante mi grito, el mono reacciona restregando el culo furiosamente contra el capó de mi coche y mirándome con cara de muy mala leche.....
la cosa se ponía complicada, porque el puto mono no tenía intención alguna de abandonar la parcela conquistada, es decir, el capot de mi abderramán....Y en ese momento pensé en que tenía unos dientes como un tiburón y que si me mordía me entrarian no se qué mierdas de fiebres y sería una muerte absurda....
Cambio de estrategia y me alejo un poco del mono....en ese momento hasta me pareció que el muy hijo de puta se estaba riendo....
Me pongo detrás del coche de jose luis, a unos 10 metros, y empiezo a fabricarme un bonito proyectil con la nieve que nos rodeaba del tamaño más o menos como la cabeza del mono, es decir, tamaño considerable....
Viento de 15 km hora....altitud 2500 metros, posición nordeste.....cuidadosamente apunto a la cabeza del mono tomo impulso y...LANZO LA BOLA DE NIEVE¡¡
El proyectil pasa rozando las orejas del puto macaco, pero no le da. Tan sólo consigue mosquearle más aún ...si cabe.
Como yo estaba detrás de él, el puto mono cada 15 segundos giraba la cabeza a una velocidad de vértigo para controlarme. No tenía ni idea de que esos bichos pueden girar la cabeza 180 grados sin mover el cuerpo¡¡¡
Cuando lo hacía se me representaba a la niña del exorcista.....que cabrón¡¡¡
Con más cuidado, fabrico un segundo proyectil. Cuido más la trayectoria, espero a que no me mire.......apunto....y.....LANZO¡¡¡¡
¡¡ZASCA¡¡¡....LE ACERTÉ EN TODA LA JETA¡¡¡¡¡
¡¡¡JODETE, MONO SARNOSO¡¡¡¡¡
¡¡¡SI QUIERES REFROTARTE EL CULO EN UN CX, COMPRATE UNO, ASQUEROSO¡¡¡¡¡
El mono cuando recibió el bolazo de nieve en todo el rostro saltó al lado del coche....se me quedó mirando con muy mala hostia, y miraba la nieve.
me miraba a mi....y miraba la nieve......
Sólo faltaba que este cabrón se lie a tirarme bolazos de nieve a mí...y como está en su hábitat...seguro que me gana¡¡, pensé horrorizado....
No obstante al final mis temores no se hicieron realidad, y el jodio mono se fue a un árbol cercano con (nunca mejor dicho) el rabo entre las piernas
Y para que veais que no exagero lo más mínimo, una foto de esa bestia subida en mi abderramán:
subefotosMAÑANA CONTINUAREMOS....